El Reino Unido y la Unión Europea celebraron un nuevo capítulo en sus relaciones tras sellar nuevos acuerdos sobre cooperación en defensa y facilitación de los flujos comerciales en su primera cumbre formal desde el Brexit. Las extensas negociaciones de los últimos seis meses han dado lugar al tercer gran acuerdo alcanzado por el gobierno británico en otras tantas semanas, tras los acuerdos con Estados Unidos e India, que según el Primer Ministro serán "buenos para el empleo, buenos para las facturas y buenos para nuestras fronteras".
Como parte del acuerdo, un nuevo convenio facilitará la importación y exportación de alimentos y bebidas al reducir la burocracia que suponía una carga para las empresas y provocaba largas colas de camiones en la frontera. Este acuerdo no tendrá límite de tiempo, lo que proporcionará una certeza vital a las empresas. Se eliminarán por completo algunos controles rutinarios de productos animales y vegetales, lo que permitirá que las mercancías vuelvan a circular libremente, incluso entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
El Reino Unido y la UE también han alcanzado un nuevo acuerdo de 12 años que protege el acceso pesquero, los derechos de pesca y las zonas de pesca británicas sin aumentar la cantidad de pescado que los buques de la UE pueden capturar en aguas británicas, lo que proporciona estabilidad y certeza al sector.
Los productores escoceses de salmón celebran el acuerdo
Salmon Scotland, que representa la mayor exportación de alimentos del Reino Unido, declaró que el acuerdo comercial entre el Reino Unido y la UE reduciría los costosos retrasos y la burocracia que han costado a las empresas exportadoras de salmón unos 3 millones de libras esterlinas al año desde el Brexit.
Francia es el mayor mercado para el salmón escocés, con 500 camiones cargados de pescado fresco y nutritivo de las Tierras Altas e islas que entran en Europa cada semana. Salmon Scotland apoya 12.500 puestos de trabajo y genera 760 millones de libras esterlinas para la economía. La organización también señaló el potencial de crecimiento en España, Italia y los Países Bajos, donde la demanda está aumentando a pesar de la dura competencia de Noruega y Chile. Esa presión del mercado se ha intensificado por los continuos aranceles estadounidenses del 10% sobre el salmón.
Tavish Scott, director ejecutivo de Salmon Scotland, dijo que "este avance alivia la carga de nuestros piscicultores, procesadores y las comunidades a las que apoyan, y acogemos con satisfacción los esfuerzos para implementarlo rápidamente. La retirada de los controles físicos es particularmente bienvenida. Significa menores costes y entregas más rápidas para nuestros clientes. Esperamos reconstruir los lazos comerciales en toda Europa y seguiremos presionando para lograr un acceso más libre a Estados Unidos y otros mercados para apoyar el empleo y el crecimiento en nuestras comunidades costeras".
