Un reciente diagnóstico técnico elaborado por el Instituto Humboldt de Investigación Marina y Acuícola (IHMA) revela que, en base a datos analizados de los últimos 20 años, las aves y lobos marinos de la Reserva Nacional de Paracas (RNP), ubicada en la costa sur del Perú, conviven armoniosamente con la pesca industrial. La reserva es un área clave para la biodiversidad marina.
El estudio titulado Diagnóstico Ambiental de la Reserva Nacional de Paracas: Oceanografía, Biodiversidad y Pesquerías, sostiene que especies como el guanay, el piquero y el pelícano superan los dos millones de individuos anuales en promedio; mientras que la población de lobos marinos ha venido creciendo en los últimos años.
El informe elaborado por científicos peruanos pone en evidencia que la pesca industrial de anchoveta opera con un marco normativo riguroso y altos estándares de monitoreo y control. En ese sentido, la verdadera amenaza contra la reserva es el crecimiento sin control de la pesca ilegal e informal, así como el sobredimensionamiento de la flota artesanal.
La directora del IHMA, Jennifer Vilches, comentó que las principales amenazas al ecosistema de la reserva de Paracas provienen de actividades ilegales e informales dentro de la propia reserva, como el uso de explosivos, la caza de tortugas y aves, y la extracción de recursos sin trazabilidad sanitaria. Estas actividades ocurren principalmente en caletas como Mendieta y Laguna Grande.
“Esta situación, junto con los problemas de saneamiento en la bahía de Paracas, constituye un desafío para la sostenibilidad de los recursos pesqueros en la zona”, anotó.
Vilches sostuvo que en particular, la Bahía Independencia, donde confluyen actividades de pesca artesanal, acuicultura, turismo y asentamientos humanos, ha sido identificada por el IHMA como la zona con mayor presión antrópica de toda la reserva.
“Este estudio refuerza la necesidad de tomar decisiones de gestión ambiental basadas en evidencia científica, especialmente cuando están en juego la seguridad alimentaria y el empleo en las regiones costeras del Perú. Al final de lo que se trata es que la reserva de Paracas sea un ejemplo de manejo integral para otras áreas marinas protegidas de América Latina y el mundo”, concluyó Vilches.
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